Hace apenas dos años, Marta Farrés (PSC) revalidaba la vara de alcaldesa en Sabadell. A pesar de hacerlo con la tranquilidad de tener detrás una mayoría absoluta, en su discurso en el pleno de investidura ya avisaba de la vocación de ampliar mayorías. “La ciudad no es mía, no es de ninguno de los que hoy estamos aquí. La ciudad la hacemos entre todos y todas”, aseguraba entonces.
De hecho, pocos meses después de ser reelegida alcaldesa, Farrés sumó al gobierno municipal a Junts, con quien existía sintonía desde el anterior mandato. Un movimiento que le daba una mayoría aún más amplia e iba en la línea de “sumar todo el talento posible y aplicar una transversalidad y pluralidad de visiones” que trazó a inicio de mandato. Con los juntantes en el gobierno y una oposición excesivamente fragmentada, las polémicas estos dos años han sido escasas y la alcaldesa ha ido por trabajo.
La transformación de la ciudad y este “ponerse guapa” ha sido una de las obsesiones de la coalición desde el inicio de mandato. Farrés ha resaltado en más de una ocasión que los ayuntamientos no tienen el objetivo de construir grandes equipamientos y que ellos deben centrar la mirada en el espacio público. En esta línea, el plan “El dinero en las calles” es el máximo exponente, con una inversión de 7,5 millones en calles y plazas de la ciudad.
Globalmente, el ayuntamiento preveía a finales de 2023 la ejecución de 97 millones de euros en la vía pública. Entre las actuaciones en cartera o ya terminadas podemos encontrar los Jardines del Sur, actualmente en proceso, la ronda Collsalarca, el parque de Odessa, el exitoso parque de las Aguas, el parque del Norte, el Portal Sur o la colaboración público-privada en el Eje Macià.
En cuanto a los equipamientos, este mandato ha sido el de la adquisición del Museo del Gas, clausurado desde 2018. A este edificio se le ha sumado también la Casa Grau, que a través de un acuerdo con la Fundación del Banco Sabadell debe formar parte del Sabadell Centro de Cultura. Este mes de junio se han iniciado las obras para remodelar el espacio museístico del Museo del Gas, que debería estar en marcha en 2026 y que debe poner en valor el pasado textil de la ciudad.
En contraposición, el futuro del antiguo cuartel de la Guardia Civil avanza más lentamente. El objetivo es poder instalar las consultas externas del Concello y no se cierra la puerta a que el edificio no pase en manos del Ayuntamiento, pero sí se acabe dando este servicio. Dicen que las cosas de palacio van despacio y, cuando se negocia con Madrid, esta frase es el reflejo más claro de la realidad.
Si hablamos de polémicas o de momentos tensos del mandato, el precio de la tasa de recogida de residuos es quizás uno de los más sonados. Su incremento repentino hizo salir a la gente a las calles, indignada por una medida que consideraban “abusiva”. El origen del problema, sin embargo, no era muy bien ni del Ayuntamiento ni del Consejo Comarcal, que es quien gestiona el servicio. Se trataba de una medida impulsada en primera instancia por la Unión Europea en la que, entre otras acciones, se estipulaba que el ciudadano tenía que pagar todo el coste del servicio de basuras. De hecho, las protestas se han trasladado a otros municipios de Cataluña, donde también se han encontrado con el mismo problema. En el ámbito de la basura, la ciudad también tiene sobre la mesa qué hacer con el contrato de Smatsa, que caduca este 2027.
De manera similar al conflicto de la tasa, Sabadell debe aplicar las Zonas de Bajas Emisiones marcadas por Europa. No es ningún secreto que la alcaldesa Farrés es una detractora y junto con los municipios del arco metropolitano han elaborado una ZBE que “cumpla la normativa, sin ir más allá”. “La Zona de Bajas Emisiones no son la solución. Me creo más la plantación de arbolado y ganar espacios verdes. Tenemos más impacto plantando 1.000 árboles que con la Zona de Bajas Emisiones, que complica mucho a la gente, sobre todo los que tienen menos dinero”, afirmaba en una entrevista a LA CIUDAD hace un año.
En movilidad, Sabadell ya ha presentado su propuesta para la Ronda Norte, con más del 60% soterrado, y ahora está a la espera de los próximos movimientos de la Generalitat. Al mismo tiempo, la conexión ferroviaria de los dos Vallesos es uno de los otros objetivos del consistorio, que ha hecho frente común con el Ayuntamiento de Granollers. Actualmente, se encuentra en la fase del estudio informativo.
Siguiendo las huellas de los socialistas, con la consellera Parlon como máximo exponente, Farrés ha frazado la bandera de la seguridad. Se trata de una temática tradicionalmente asociada a la derecha y que el PSC intenta batallar en varios municipios y desde la propia Generalitat.
El gobierno ha ampliado el número de efectivos, ha puesto en marcha por fin la ordenanza de civismo, ha anunciado más cámaras de videovigiláncipey ha declarado la guerra a los empleos conflictivos.
El ayuntamiento también ha incrementado esfuerzos y dinero en su campaña de Navidad. De hecho, el presupuesto ha generado críticas en la oposición, que lo encuentra demasiado elevado. Consideraciones económicas aparte, sus actividades se han convertido en un referente y la alcaldesa ya habla de Sabadell como “la ciudad de la Navidad”. Según datos del Ayuntamiento, el crecimiento de asistencia el año pasado fue de 12,5 %, alcabrando aproximadamente 300.000 personas.
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