Nuevos insultos racistas en el campo del RCD Espanyol: “No es la primera vez que sucede en Cornellà”

Los campos de fútbol del territorio han vuelto a protagonizar un incidente lamentable, este caso en el RCDE Stadium. El Espanyol se enfrentaba ayer al Athletic Club en casa y poco después del primer cuarto de hora, Maroan Sannadi recibió insultos racistas desde algunos aficionados. Inmediatamente, Iñaki Williams, quien también ha sido objeto de estos hechos en otras ocasiones, puso en conocimiento del árbitro la situación, provocando el parón del partido.

Tal y como ha recogido El País, el colegiado del enfrentamiento aplicó el protocolo para estos casos de forma perfecta, esperando hasta que comunicasen por los videomarcadores que el club catalán condenaba la violencia, la xenofobia y el racismo. Además, Iñaki Williams declaró tras el partido que “Maroan ha hecho una jugada individual, el balón ha salido fuera y le han llamado ‘put* moro’. No es la primera vez que pasa aquí. El árbitro ha actuado muy bien”.

Iñaki Williams también recibió insultos racistas en el estadio del Espanyol

El delantero nacido en Vitoria, pero de origen marroquí ha jugado dos partidos en Primera División y en su primera convocatoria contra el Betis también recibió insultos racistas mientras calentaba. En el partido de ayer, su capitán oyó los gritos desde la grada y se lo comunicó al árbitro, Cuadra Fernández.

Además, hace cinco años que también se produjeron cánticos racistas en el campo del Espanyol contra Iñaki Williams, quien aún está pendiente de que se celebre el juicio. Igualmente, estos actos no son ocasionales y hace pocos meses el objetivo fue el hermano pequeño de los Williams en el Wanda Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid.

Tras el partido, el RCD Espanyol anunció que estaba revisando las imágenes para identificar al culpable de los gritos racistas y aplicarle las medidas sancionadoras oportunas. A pesar de la actuación ejemplar de los clubes y los jugadores en estos incidentes, aún continúan produciéndose en los estadios y diversos espacios sociales, lo que demuestra que queda mucho trabajo por erradicar de la sociedad este tipo de conductas.