Hoy ha finalizado la segunda sesión de juicio a Dani Alves por presunta agresión sexual. Joana Sanz, su pareja, ha sido la última persona que ha testificado de todos los testigos que lo han hecho hoy. “Llegó a las 4 muy borracho. Chocó con un mueble y se desplomó en la cama”, ha explicado la modelo. En la sesión de hoy han declarado varios agentes de los Mossos d’Esquadra, los que intervinieron en primer momento y también los investigadores, y también amigos del exfutbolista.
La actual pareja de Alves – hoy ha dicho que “oficialmente todavía no ha pedido el divorcio” – ha sido el otro.‘última persona que ha explicado los detalles de aquella noche del 30 de diciembre de 2022. Durante su explicación, ha dicho que “estuvieron hablando por Whatsapp todo el día, pero que las condiciones con las que llegó a casa no eran adecuadas para conversar”.
Joana Sanz se ha mostrado muy contundente a la hora de entrar en la sala. De hecho, no ha cruzado mirada con Dani Alves. Ni en la entrada ni en la salida. Ha asegurado que al día siguiente el exfutbolista no le dio ningún detalle de lo que había pasado en Sutton. Su declaración ha durado aproximadamente cinco minutos; posteriormente, en la puerta de la Audiencia de Barcelona, se ha encontrado con los familiares de Alves, donde se ha abrazado con su madre.
Durante la segunda sesión también ha declarado el director de la discoteca Sutton. De hecho, ha sido el primero en hablar. Su declaración ha sido a favor de la víctima, ya que ha explicado que la denunciante dijo que “había entrado voluntariamente, pero después quiso salir y no podía”. Tanto él como el responsable de la sala han explicado que la denunciante estaba “muy nerviosa y no paraba de llorar”.
La estrategia de Inés Guardiola, la abogada de Dani Alves, ha seguido una línea muy concreta en las preguntas que ha hecho a los amigos del exfutbolista. Durante toda la sesión, la abogada les ha preguntado cuál había sido la cantidad de alcohol que el exfutbolista tomó durante toda la jornada. Alves almorzó en la Taberna del Clínico, donde pidieron 4 o 5 botellas de vino y una de whisky. “Alves bebió bastante, fue lo que bebió más”, ha expresado uno de los amigos.
Posteriormente, fueron a otro local para seguir bebiendo y, finalmente, Alves y Bruno, su amigo, acabaron en Sutton. La estrategia de defensa se ha centrado en demostrar que Alves iba bajo los efectos del alcohol ese día, y por tanto que pueda servir como atenuante en caso de ser condenado por agresión sexual.
Tras los testimonios de los trabajadores de Sutton y varios agentes de Mossos d’Esquadra, mañana será el turno de Dani Alves. A la misma hora que hoy, a las 15, se espera que el exfutbolista explique su versión de los hechos. Los informes periciales también ayudarán a aclarar los detalles de la presunta agresión sexual del 30 de diciembre de 2022.
La Fiscalía pide nueve años de prisión para Dani Alves – recordemos que ya lleva uno y pico en Brians 2 – mientras que la acusación particular que ejerce la denunciante reclama una sentencia que le condene a 12 años.
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