Muere ingresada lejos de su casa después de que Salud le negara el traslado

María del Carmen, una mujer de 70 años ingresada desde Navidad por una insuficiencia cardíaca, ha fallecido después de meses pidiendo que la trasladaran a un hospital más próximo a su casa.

La mujer había viajado a Palencia en Navidad para visitar a la familia, pero se tuvo que quedar a causa de su enfermedad. Desde entonces, durante dos meses y medio, su familia habían pedido un traslado medicalizado a un hospital de Mallorca, donde ella residía, pero el servicio balear de Salud le denegó.

Tal y como recoge ‘Última Hora’, desde IB-Salut aseguran que los protocolos solo contemplan el traslado cuando, en primera instancia, ha sido el propio Servicio de Salud quien ha derivado a los pacientes a otra comunidad. Es decir, que sólo contemplan el traslado si se trata para volver a su hospital de referencia en las Baleares.

Según exponen, hay casos concretos con excepciones si se trata de casos “de extrema gravedad”, pero no fue el caso de la Mari Carmen, que tuvo que quedarse ingresada en Palencia. Dos meses después, la mujer ha muerto lejos de casa, lejos de su tierra. Su marido denuncia que el Servicio de Salud de Baleares la “abandonó a su suerte“.

El citado medio ha hablado también con los médicos que atendieron a la Mari Carmen en Palencia y que se mostraron “sorprendidos” de las dificultades que tuvieron para poder comunicarse con los médicos del hospital de Son Espases, donde querían trasladar a la paciente para ser el hospital de referencia más próximo a su casa.

“Normalmente, el traslado de pacientes entre comunicados es un proceso habitual que no conlleva más de 15 días”, explican. De hecho, el IB-Salut utilizó estos 15 días para decidir que no aprobarían el traslado. Desde entonces, la comunicación entre los médicos de los dos hospitales fue “imposible”.

El marido de la víctima asegura haberse sentido “impotente” mientras veía empeorar a su mujer sin poder hacer nada para que, como mínimo, en caso de morir pudiera hacerlo cerca de casa. “Ha sido verdaderamente imposible comunicarse con Son Espases”, asegura un cardiólogo de Palencia.