El Juzgado de Menores de Santander ha condenado al hijo mayor de Silvia L.G. a una pena de seis años de internamiento en un centro cerrado por el asesinato y la agresión sexual de su madre, acaecido el 7 de febrero en Castro Urdiales. El menor, que en aquel momento tenía 15 años, ha sido declarado culpable de ambos delitos con la agravante de parentesco, ya que la víctima era su madre adoptiva. La sentencia representa la pena máxima que puede imponerse a un menor de 16 años según la ley.
Su hermano pequeño, de 13 años, no puede ser procesado penalmente, ya que es inimputable por no haber llegado a los 14 años, edad mínima establecida por la ley para poder ser considerado responsable penalmente.
Según el relato recogido en la sentencia, los dos hermanos, procedentes de Europa del Este, planearon y ejecutaron el crimen cuando su madre estaba dinamiendo en su casa, en la calle Monte Cerredo de Castro Urdiales. El hijo mayor apuñaló a la mujer repetidamente mientras su hermano la sujetaba. Después de causarle la muerte, la agredió sexualmente. Para intentar ocultar los hechos y simular un secuestro, cubrieron el cuerpo con bolsas de plástico, atlándole las manos y los pies con cinta aislante y dejaron una nota que decía “ayuda” en la mesa. Finalmente, colocaron el cadáver en el coche de la madre, donde fue encontrado horas más tarde por la Guardia Civil.
Además de la condena de internamiento, al hijo mayor se le impone una medida de libertad vigilada durante tres años, con un plan educativo determinado por el centro, y se le prohíbe acercarse a menos de 300 metros de su padre, sus abuelos y su tío maternos, que han ejercido la acusación particular.