Guillem Estadella: “Cunit, contigo empezó todo”

Cuando le hablas a alguien de Cunit por primera vez casi siempre suelen haber dos respuestas. ¿La primera, “Cuní, ese no es el de la tele?”, y la segunda: “Eso qué es?”.

Sí amigos, cuesta a veces decir que uno es de Cunit, no por vergüenza sino porque mucha gente no lo ubica. En cambio, la gente que si sabe dónde está lo dice claro y sin ninguna duda. ¿Por qué? Porque Cunit deja huella, ya sea por un recuerdo de verano, por pagar 6’15 por el peaje o simplemente porque se ha dado cuenta de que aquí se vive muy bien.

Cunit tiene algo especial, solo hay que investigar un poco y darte cuenta de que la ley de Murphy fue creada aquí seguro. Porque si algo puede ir a peor, en Cunit irá “súper mega mal del paraíso” (como diría un influencer).

Desgraciadamente hemos entrado en una dinámica muy tóxica. Si algo no nos gusta lo decimos, y con todo nuestro derecho, pero sin reflexionar del porque y sin buscarle una solución. Claro está que esa solución tendría que venir del ayuntamiento, pero de esto ya hablaremos otro día… Pero volviendo al tema, busquemos las soluciones nosotros, salgamos a la calle a celebrar, salgamos a las playas a pasear, salgamos donde sea pero démosle vida. Somos una gran comunidad, somos una “raza” única, somos “Homo cunitensis” y a mucha honra. Sí, Cunit será una mierda, pero eh, es MI MIERDA. Y como es mi mierda voy a hacer lo mejor para ella.

El pueblo ha perdido la fe en el pueblo, nadie se lo cree. Esto es un problema porque el cambio real está en la calle y no en el ayuntamiento. Dejémonos de críticas destructivas y miremos a nuestro alrededor: UN PARAÍSO. Y sí, Cunit es un paraíso, mi paraíso y el de todos los cunitencs.

Con estás lineas lo único que pretendo es que todos volvamos a creer en Cunit. En vez de colgar en redes que falta media farola en la calle “tal” subamos una foto a Facebook diciendo CUNIT MOLA. Tenemos la gran suerte de vivir aquí, y estoy seguro de que Cunit ha sido el inicio de muchas historias, y seguro que también alguna tuya. Ya sea un verano con amigos, un amor, una fiesta mayor, un abrazo o una despedida, pero Cunit forma parte de todos nosotros.

Por eso le digo y muy agradecido… CUNIT, contigo empezó todo.