Un niño de 8 años ha muerto después de luchar contra un cáncer.
Fue diagnosticado después de una serie de síntomas, como vómitos de sangre y dolores de cabeza constantes, que los padres notaron después de que el personal sanitario lo confundiera con una gastroenteritis.
Después de una intervención quirúrgica de 15 horas, el personal sanitario informó a la familia que el tumor era en realidad un cáncer agresivo.
El niño tuvo que someterse a un tratamiento intensivo de quimioterapia y radioterapia, pero murió después de siete cirugías más y el cáncer que continuaba expandiéndose.
Después de su muerte, la madre se unió a la organización benéfica Brain Tumor Research para ayudar a la investigación y concienciar sobre los tumores cerebrales. Ella está participando en un evento para recaudar dinero dando 10.000 pasos al día durante el mes de febrero.