El Bloc Feminista de Tarragona fue una experiencia que reunió a dos generaciones de mujeres implicadas en la lucha por la igualdad en un contexto en el que el feminismo comenzaba a dar los primeros pasos. Bajo el nombre Las mujeres decidimos. Historia y memoria del feminismo en Tarragona (1974-1999), ha arrancado un proyecto de investigación liderado por Montserrat Duch, catedrática de Historia Contemporánea en la URV.
Uno de los objetivos en los que se centra esta investigación, como detalla Duch, es “conocer a fondo la percepción, el recuerdo y la relevancia de la militancia clandestina en la primera etapa del movimiento feminista tardofranquista”. El proyecto comprende temporalmente desde la constitución del Bloc Feminista hasta su disolución. Una etapa en la que, a partir del movimiento, surgió el Centro Municipal de Planificación “Mitja Lluna”.
Un centro referente de atención a la salud sexual
Se trata de un centro referente de atención a la salud sexual, que tomó un papel importante en el ámbito social de las mujeres. La proporción de información sobre reproducción y sexualidad, las revisiones ginecológicas, terapias psicosexológicas o la preparación para el embarazo eran algunos de los servicios que prestaba.
Rosa Queral, profesora jubilada de Enfermería de la URV, fue una de las precursoras de este centro. “Fue relevante porque dio respuesta a necesidades concretas de las mujeres”, explica. La Mitja Lluna fue un centro pionero a pesar de la clandestinidad que hubo en una primera etapa en la que la anticoncepción y su difusión era penalizada. “A través de ponencias y charlas, quisimos averiguar la situación de la sexualidad en aquel momento”, añade Queral. Con el Bloc Feminista, se abrió camino no solo al feminismo, sino también al amplio espectro de la sexualidad.
El fenómeno de los espacios autónomos o de la doble militancia es otro de los aspectos a investigar. “Queremos ver hasta qué punto se han producido grietas en la sororidad”, explica la catedrática haciendo referencia a la práctica que hicieron muchas mujeres de militar en el movimiento feminista y a la vez en sindicatos o partidos políticos.

Duch explica que la aproximación de la investigación se está haciendo a partir de técnicas sociales: consulta de fondos de archivos, vaciado exhaustivo de prensa, análisis e intervención participativa de mujeres a partir de entrevistas individuales y grupos de discusión. De hecho, el CRAI del campus Catalunya dispone de un fondo de libre acceso del Bloc Feminista de Tarragona con más de 178 títulos de libros sobre las mujeres y el feminismo comprendidos entre 1966 y 1995.
El equipo de investigación contará con cinco mujeres de diferentes generaciones vinculadas a la URV: la catedrática Montserrat Duch, Meritxell Ferré, doctora en Historia; Sara Masalia, doctoranda en Estudios Humanísticos; Mireia Ros, colaboradora del grupo ISOCAC y profesora del Máster Interuniversitario de Estudios de Mujeres, Géneros y Ciudadanía, y Joana Zapata, periodista y profesora asociada del Departamento de Estudios de Comunicación.
Con la intención de entender las dinámicas más recientes del movimiento feminista, Duch comenta que “la investigación también quiere rendir homenaje a las mujeres que se atrevieron a implicarse en la causa” y pretende buscar una conexión con el feminismo actual. “Queremos que la investigación concluya con un planteamiento abierto que genere debate. Todos los movimientos sociales tienen períodos de expansión y de reflujo”, remarca.
Llamamiento a aportar material gráfico
Desde el grupo de investigación hacen un llamamiento a todo el mundo que tenga imágenes o material alrededor de la temática para aportar. Se prevé que se elabore un material gráfico y se publique antes de finales de año un libro que recoja la historia del Bloc Feminista. El trabajo de investigación contiene un índice de diferentes temáticas como la segunda ola del movimiento feminista o el género, las sexualidades y las violencias.