La antigua c-246 se arregla con un carril bici de 1,6 kilómetros, nuevo alumbrado, semáforos y mobiliario urbano

18 de abril de 2023 a las 20:18h

Este jueves, 20 de abril, comienza la transformación del eje longitudinal de la carretera vieja a lo largo de la travesía urbana incorporando un nuevo carril bici Next Generation de 1.600 m. Las obras se iniciarán en el tramo de la rambla de la Exposición, desde la calle de Ventosa i Roig, en paralelo al Taller Central de Reparaciones de Renfe-Adif. La intervención seguirá avanzando por tramos hasta completar la remodelación de todo el recorrido de la carretera vieja hasta la avenida de Cubelles a la altura de la rambla Arnau de Vilanova. Se actuará en la rambla Josep Ventosa, rambla Josep Antoni Vidal, la avenida de Jaume Balmes y la avenida de Cubelles. Con esta obra se consolidará la conexión de la malla pedaleable con los cuatro grandes ejes pedaleables que atraviesan Vilanova i la Geltrú de Norte a Sur.

Las obras de arreglo de esta vía comienzan una vez se ha hecho efectivo el cambio de titularidad de la C-246a en el tramo urbano y que ha pasado a ser íntegramente municipal entre el Aragai y la Masia Nova. La Generalitat ha aprobado el traspaso al Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú de todo este tramo en superficie. Únicamente mantendrá la titularidad sobre los dos puentes que la carretera cruza sobre los torrentes de Sant Joan y de la Piera. Con la cesión el consistorio podrá efectuar de manera más ágil actuaciones de mantenimiento y mejora como la incorporación de pasos de peatones, una reivindicación histórica en el caso de los vecinos del sector de la Masia Nova o los cambios de señalización para adecuar la velocidad de la vía a 30 km por hora.

El primer tramo de carril bici que se ejecutará se extiende desde la calle de Ventosa i Roig hasta el cruce con la rambla del Castell por la rambla de la Exposición. Este tramo de carril bici tendrá una longitud de 326 metros, será un carril segregado bidireccional de 2,5 metros de ancho que transcurrirá por la acera del lado del mar.

El resto de las intervenciones hasta conectar el carril bici con el eje de la rambla Arnau de Vilanova se abordarán de forma progresiva y trabajando en tramos cortos de la vía para minimizar las molestias a los peatones y las afectaciones al tráfico. Además, en los tres casos la construcción de la nueva infraestructura pedaleable comporta afectaciones mínimas en cuanto a la supresión de plazas de aparcamiento.

El proyecto para crear un carril bici a lo largo de todo el tramo de la carretera vieja aprovechará también para reestructurar y ordenar esta vía con reposición de pavimentos, alumbrado y mobiliario urbano. Se han previsto diferentes soluciones en función de las características de cada tramo.

Carril Next Generation

La intervención tiene un presupuesto de ejecución de poco más de un millón de euros que se financia con la subvención de los fondos europeos Next Generation dentro del programa de ayudas a Municipios para la Implantación de zonas de bajas emisiones y Transformación digital y sostenible y a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Vilanova i la Geltrú obtuvo un total de 3 millones de euros para su programa de promoción de la movilidad activa y expansión de la red pedaleable local.

La actuación comporta diferentes soluciones en cada uno de estos segmentos, según la configuración de la vía. El segundo tramo transcurre entre Josep Coroleu y hasta la rambla del Castell. Tiene una longitud total de 871 metros. En este tramo se hará un carril bici segregado en cada uno de los sentidos de la marcha. Serán dos carriles de 1,5 m de ancho cada uno, bastante más anchos que los actuales. Esto comportará modificar la fisonomía de la vía por lo que se aprovecha para mejorar los entornos. Se desplazará el mobiliario urbano y también las farolas. Se sustituirán un total de 91 farolas antiguas. Las actuales luminarias serán sustituidas por otros modelos con báculo de doble brazo. De esta manera se mejora la proyección del alumbrado tanto en la carretera como hacia las aceras de los peatones. El carril bici estará protegido de la calzada por un parterre arbustivo de 1,4 m.

El siguiente tramo es el que va por la avenida de Cubelles entre la calle del Montseny y la plaza de las danzas (la rotonda con Josep Coroleu). Este carril bici tendrá una longitud de 473 metros.

En este tramo el carril bici se situará en los dos carriles laterales de la vía de forma que cada carril será de un solo sentido de circulación y transcurrirá adyacente a las aceras. Este sector conectará la red de carriles bici con el eje norte/sur que recorre todo el trazado del Torrente de Sant Joan desde la Torre Blava y hasta la ronda Ibérica.

Dentro de este tramo se incorpora la adecuación de las aceras y los pavimentos entre la rambla Samà y la calle de la Unió por lo que se reforzará su centralidad como uno de los ejes comerciales del centro de la ciudad.

Ya que uno de los objetivos es el de consolidar la malla pedaleable existente se completarán también las conexiones con otros tramos existentes de carril bici en las zonas adyacentes al recorrido. Se enlazarán los carriles que van desde la rambla Samà hasta la calle de Joan Maragall (90 m), desde allí hasta la calle del Estany (75 m), hasta la calle de Josep Coroleu (200 m) y hasta la calle del Montseny (311 m). En este punto se conectará con la avenida de Cubelles. La misma conexión se hará también con el tramo entre la rambla de la Exposición y la plaza de Eduard Maristany (246 m). Solo la interconexión de esta malla significa la renovación de 1.000 metros de carril bici existente con un trazado más ancho.

Semáforos inteligentes

Los 9 cruces con semáforos existentes en la carretera también vivirán cambios. Aprovechando las obras se implantará un nuevo sistema de semáforos inteligentes en el tramo urbano de la carretera C246a. Este nuevo sistema permitirá gestionar el tráfico de vehículos y de peatones de forma adaptativa al volumen de paso de vehículos y de personas sincronizando las fases de paso para minimizar la congestión en la circulación de vehículos o priorizar en determinados momentos el paso de los peatones.

Será necesario adaptar los nueve cruces actualmente regulados con semáforos en esta vía. Todos estos cruces se conectarán a través de la red de fibra óptica. Para ello se dotará al sistema de sensores y cámaras que recojan la información en tiempo real de la circulación y organizarán la regulación de estos flujos. El objetivo es que el tráfico se gestione de forma más eficiente con una toma de decisiones del sistema que se adapta y cambia en función de las condiciones que registra. El recuento de vehículos que se alcanza con el uso de sensores o la detección de volúmenes de peatones que esperan en un cruce serán las informaciones que activen los ciclos de paso de los semáforos.

La configuración del sistema permite además que esta gestión pueda ser dinámica en función del momento del día, hora punta, entrada y salida de las escuelas, día o noche, o también en períodos determinados verano/invierno. Los ciclos de cambio del semáforo tendrán asignados un tiempo mínimo de activación que crecerá y se adaptará según el volumen de vehículos detectados.