El agua de unas 400 piscinas municipales de 170 municipios de la demarcación de Lleida pasa un examen de control de calidad dos veces cada verano. Se trata del servicio que ofrece la Diputación de Lleida para garantizar la salubridad del agua y cumplir los criterios técnicos y sanitarios que establece el Real Decreto para estos equipamientos lúdicos municipales. De este modo, técnicos del ente toman dos muestras de medio litro de dos puntos diferentes de cada piscina en el mes de julio y en el mes de agosto para que un laboratorio las someta a un análisis microbiológico y fisicoquímico. De forma paralela, técnicos de operadores de piscinas públicas toman diferentes muestras de agua cada día para controlar los parámetros de cloro.
El proceso de control que ofrece la Diputación de Lleida durante los meses de julio y agosto cuenta con un análisis de transparencia y cloro, que se realiza in situ, y un análisis microbiológico y fisicoquímico.
Los técnicos recogen una muestra de medio litro de agua con tiosulfato, para analizar la microbiología, y medio litro de agua sin tiosulfato, para revisar el resto de elementos. Los recipientes etiquetados con la identificación del equipamiento a analizar finalmente son transportados con neveras adaptadas hasta el laboratorio Ilersap de Lleida.
Concretamente, el análisis microbiológico permite constatar la presencia o la ausencia de microorganismos que provocan malestares intestinales como bacterias o pseudomonas. Por otra parte, el análisis fisicoquímico revisa la oxidabilidad, el PH y los indicativos de contaminantes fecales, entre otros. "Para el uso lúdico del agua, el factor que hay que tener controlado es el de la microbiología. Es lo que puede causar más problemas", ha indicado la directora de Ilersap, Vanessa Riu.
Seguidamente, el laboratorio analiza las muestras el mismo día en que son recogidas o, como mucho, 24 horas después de su toma. Los resultados de los análisis están disponibles entre 5 y 8 días.
En caso de una anomalía o una alteración en los parámetros resultantes, el laboratorio contacta con los técnicos para que realicen una contramuestra de manera rápida. En caso de que también salga alterada, los técnicos apoyan al ayuntamiento que corresponda para que ponga manos a la obra para solucionar la problemática.
"El trabajo no sólo termina con la recogida de muestras", ha destacado el técnico auxiliar de la Unidad de Aguas de la Diputación de Lleida, Robert Queral, quien también ha explicado que los consistorios disponen de un servicio de asesoría y de planificación.
Análisis de cloro diarios
Aparte del servicio bimensual que realiza la Diputación de Lleida, los ayuntamientos deben someter a un control diario el cloro de sus piscinas municipales. "Hay que estar muy encima porque las altas temperaturas evaporan el cloro de forma rápida", ha reconocido el técnico de operador de piscina pública, Sergi Monné.
En el caso de las instalaciones del municipio de Alpicat, que acogen cada día a unas 1.000 personas, se toman dos muestras diarias de las cuatro piscinas que dispone el equipamiento.