El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, ha mostrado este martes su "decepción" con el Ministerio de Justicia por la falta de creación de nuevos órganos judiciales de forma inminente. Barrientos ha lamentado que esto supondrá que varios juzgados sigan sufriendo de una sobrecarga de trabajo que en casos como los de Primera Instancia de Lleida supera en más del doble la que sería óptima. En este sentido, el presidente del TSJC ha reconocido la labor de jueces y funcionarios, pero ha advertido de que esta situación "no es soportable demasiado tiempo" y que provoca "retrasos" en la celebración de juicios. De hecho, los juzgados de lo social de Lleida ya programan casos para la agenda de 2026.
Barrientos ha recordado que el plan consensuado con el Departamento de Justicia priorizaba la creación de 25 órganos judiciales de carácter "urgente" en Cataluña para este 2024, entre los que había tres previstos en Poniente: uno de Primera Instancia y un juzgado de lo Social en Lleida y un tercer juzgado en Cervera, los cuales son reivindicados desde hace años en el territorio. Asimismo, el plan también preveía habilitar en 2025 otro juzgado de Instancia y otro de Instrucción en la capital del Segrià. Sin embargo, el presidente del TSJC ha lamentado que el Ministerio de Justicia haya descartado la creación este año de nuevas unidades judiciales no solo en Cataluña sino en todo el Estado por razones presupuestarias.
"Esto nos sitúa en un escenario de constatación de necesidades y de creación de nuevos órganos, que no se cumplen. Y nos obligará a continuar un año más con los juzgados desbordados de asuntos, principalmente los de primera instancia, la instrucción, los juzgados de lo social y partidos judiciales como Cervera y Tremp", ha lamentado Barrientos en el marco de la reunión que la comisión permanente de la Sala de Gobierno del TSJC ha realizado en los juzgados de la capital del Segrià.
A modo de ejemplo, los juzgados de Primera Instancia de Lleida reciben casi 3.000 asuntos civiles en un año cuando la carga de trabajo óptima serían unos 1.200. "Tenemos que realzar que jueces y funcionarios están trabajando más del doble de lo exigible. Eso es muy valioso, pero no se puede soportar demasiado tiempo porque cuando alguien hace un sobreesfuerzo con una dedicación temporal después tiene un periodo de recuperación, pero si este volumen de trabajo se mantiene durante mucho tiempo sin expectativa de que la situación cambie acabemos todos estresados", ha expresado el presidente del TSJC. En este sentido, ha añadido que la junta de personal también está "exhausta".
Esta situación se traduce en retrasos en la resolución de conflictos judiciales o el señalamiento de juicios. Esta circunstancia, por ejemplo, puede llegar a beneficiar a acusados si se les aplica la atenuante de dilaciones indebidas. En este sentido, Barrientos ha dicho que "con los recursos que tiene la sala de gobierno, por ejemplo, tenemos reforzados con un juez los dos juzgados de lo social con el fin de que la agenda no se demore tanto". Sin embargo, los dos órganos ya han abierto el calendario del año 2026.