Encuentran posibles manchas de sangre en el coche de uno de los investigados por el crimen sin cadáver de Les Borges Blanques

Mientras, la jueza del juzgado de instrucción 4 de Lleida ha decretado el sobreseimiento de la causa para siete de los diez investigados y ha acordado que pasen a ser considerados testigos, tal y como pretendía el ministerio fiscal. De este modo, está previsto que los siete tengan que volver a declarar en sede judicial bajo esta condición, la cual les obliga a decir la verdad y a responder a las preguntas de todas las partes personadas en el procedimiento.

Con todo, la acusación particular que ejerce la familia de la víctima considera que debería haber cuatro investigados. Por ello, ha presentado un recurso de reforma ante el juzgado de instrucción para pedir que el supuesto responsable de la plantación de marihuana donde trabajaba el joven, situada en una masía del municipio de la capital de Les Garrigues, mantenga esta condición.

Además, el abogado de la familia, Josep Lluís Jordan, está pendiente de recibir información de Google para obtener información detallada sobre la ubicación del teléfono del joven, que estuvo recibiendo cobertura de una antena situada en Castelldans hasta que se apagó. Hasta ahora, la empresa se ha negado apelando, entre otros, a la ley de protección de datos.

Más de tres años desaparecido

El 23 de octubre de 2021 tres hombres acudieron a la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Lleida para denunciar que habían encontrado muerto al vigilante de una plantación de marihuana en Les Borges Blanques a raíz de un narcoasalto en el que también les habían robado la droga. Cuando los efectivos policiales se desplazaron, sin embargo, el cadáver no estaba y sólo encontraron sangre.

La policía estuvo buscando el cuerpo alrededor de la finca, situada en las proximidades del cementerio de la capital de Les Garrigues e incluso utilizó drones para la búsqueda. También participaron efectivos de la unidad subacuática que buscaron en varios puntos del canal de Urgell, así como la unidad canina con varios perros rastreadores, también sin éxito.

Los tres hombres que denunciaron el supuesto asesinato quedaron inicialmente detenidos como responsables de la plantación de marihuana y luego quedaron en libertad con cargos. Unos meses más tarde, un cuarto individuo se entregó a los Mossos y estuvo encarcelado durante unos meses por los mismos hechos, antes de que el juzgado también lo dejara libre con medidas cautelares.

Este último hombre, que podría ser el autor material del crimen, y dos de los tres individuos que acudieron a la comisaría de los Mossos, son los tres que por ahora constan como investigados por la muerte de Pol Cugat. Antes de desaparecer, la víctima había comentado a su entorno que le debían dinero y que cuando cobrase dejaría el trabajo.