El Gobierno activa un nuevo plan acompañado de 1,5 MEUR en ayudas para hacer frente a la sobrepoblación de conejos en Poniente

El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación presentó ayer el nuevo plan en Lleida en una jornada en la que asistieron representantes de diferentes municipios y consejos comarcales, de organizaciones agrarias, cazadores, de Agentes Rurales y otros actores involucrados en la gestión de la fauna cinegética. La presentación estuvo a cargo de Cristina Massot, secretaria general del Departamento; Jaume Minguell, director general de Bosques y Gestión del Medio, y Jaume Ribagorçana, director de los Servicios Territoriales de Agricultura en Lleida.

El nuevo plan define las zonas de Poniente más afectadas por los daños. En las zonas con menos presencia de conejos se establece una zona de seguimiento o una zona de vigilancia, en las que se han detectado más hay una zona de alerta y, en el caso más extremo, una zona de actuación urgente.

En estos momentos, la zona más afectada, según el Departamento, es la que afecta al sur de El Pla d’Urgell y al norte de Les Garrigues. Este mapa, sin embargo, irá variando según las declaraciones de daños en cultivos que vayan haciendo los agricultores. En este último trimestre, se han declarado daños en 2.067 parcelas . De ellas, 1.295 correspondiente a cultivos de cereales, 203 a fincas de fruta dulce, 172 a olivar y 105 a frutos de cáscara.

Los diferentes ámbitos de actuación del nuevo plan permitirán, así, actuar con más precisión. “Nos permite tener un objetivo para cada zona diferenciada y ampliar las actuaciones permitidas, agilizar procedimientos y, por lo tanto, tener una mayor alineación y seguimiento de los resultados obtenidos con todos los actores”, ha indicado el director general de Bosques y Gestión del Medio, Jaume Minguell.

En concreto, el plan de control afecta a 147 municipios de Poniente y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2029. “Tenemos claro que no es una situación puntual, sino una problemática que afecta al país y que hay que afrontar a medio plazo”, ha añadido Minguell.

1,5 MEUR en ayudas a agricultores y cazadores

El plan se acompaña de una nueva orden de ayudas dotada con 1,5 millones de euros para el año 2025, estructurada en tres líneas principales. Por un lado, prevé subvenciones de hasta el 80% para la instalación de vallas perimetrales y protectores en cultivos permanentes, hasta un máximo de 20.000 euros por beneficiario.

Por otro, se dan ayudas a las áreas privadas de caza para la compra de visores nocturnos y munición no contaminante, con un máximo de 2.000 euros para visores y 1.000 euros para munición, según el tipo de inversión.

Finalmente, las ayudas ofrecen apoyo económico para servicios profesionales de captura, dirigido a cooperativas, organizaciones de productores y empresas que lleven a cabo acciones de captura, sacrificio y retirada, con ayudas de hasta el 80% y un máximo de 50.000 euros.

El campesinado pide más esfuerzos a la administración

Los agricultores han valorado positivamente el nuevo plan, aunque lo ven insuficiente y recuerdan que las actuaciones que el Gobierno ha hecho hasta ahora no han dado los frutos deseados. El coordinador de Unió de Pagesos en el Segrià, Néstor Serra, ha valorado las “buenas intenciones”, pero dice que el plan tiene “muchas carencias” y “llega tarde”, ya que muchos agricultores ya han instalado medidas protectoras por su cuenta, unas actuaciones que no entran a las nuevas ayudas que se aplican desde este 2 de junio.

Por su parte, el presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué, ha remarcado la necesidad de utilizar fosfuro de aluminio en infraestructuras de comunicaciones, como junto a vías como la A-2 o en los puentes por donde pasa el AVE. “Hay un problema en la vía pública que afecta también a los cultivos”, ha expresado Roqué, que ha alertado de que si no se actúa rápidamente, “caerán puentes e infraestructuras”.

Xavier Figuerola, payés de Nalec, ha lamentado la gran cantidad de dinero que los campesinos llevan gastados de sus bolsillos para tratar de hacer frente a una sobrepoblación de conejos que afecta a todo el territorio, no sólo al campesinado. “Es como si la gente que utiliza Cercanías, una vez acabada su jornada laboral tuviera que ir a poner las vías”, ha comparado.

El presidente de la territorial de Lleida de la Federación Catalana de Caza, Antonio Vilarrubla, ha remarcado los esfuerzos que hacen para “bajar la población de conejos para que los campesinos tengan los menores problemas y para poder llegar a un equilibrio que cuesta mucho”. Ha añadido que los datos muestran que entre el 80% y el 90% de los conejos cazados en Poniente los matan cazadores.

De hecho, entre enero y marzo de 2025 se cazaron cerca de 130.000 conejos. De ellos, 112.855 fueron capturados en las áreas privadas de caza, mientras que el personal de las reservas de caza, Forestal Catalana y el Cuerpo de Agentes Rurales capturaron 26.694.