El pleno del Ayuntamiento de Figueres ha aprobado este miércoles multar a aquellos vecinos o negocios que hagan un consumo desmesurado de agua. La aprobación ha sido unánime y los 21 concejales han votado a favor. La nueva ordenanza prevé tres tipos de sanciones: 750 euros por una falta leve, de 751 a 1500 euros si es grave y de 1.501 hasta 3.000 euros en los casos más graves de despilfarro de agua.
El ayuntamiento anunció en verano que sancionaría a aquellos que gastaran más agua de la necesaria, pero no pudo hacerlo, ya que el Plan de Emergencia de la Sequía se aprobó tarde. Esto provocó, incluso, que la Agencia Catalana del Agua (ACA) sancionara al consistorio del Alto Ampurdán por no tener el plan listo a tiempo.
