Dicen que, a veces, las victorias no se consiguen ganando. Esta es la premisa del film que el próximo jueves dará inicio al Ciclo de Cine Gaudí en Blanes, la quinta que tendrá lugar, de nuevo, alojada en el Teatro de Blanes.
El arranque de la nueva temporada del Ciclo Gaudí lo hará con '42 Segundos', una película épica, ambientada además en una de las etapas históricas recientes de Cataluña más intensas: los Juegos Olímpicos de Barcelona '92.
Desde que en 1986 la capital catalana fue elegida como sede olímpica, el mundo del deporte se esforzó al máximo para hacer de aquella cita el mejor escaparate para reclamar su cuota de protagonismo y demostrar que los atletas de aquí también podían romper marcas, batir récords y ganar el oro olímpico.
Durante tres semanas que se iniciaron el 25 de julio del 92, los deportistas catalanes y españoles dejaron una huella imborrable en la historia con 22 medallas: 13 de oro, 7 de plata y 2 de bronce, la sexta mejor marca en el ranking de aquellos JJOO.
“42 Segundos”: una historia real nostálgica y épica
Se destacó en atletismo, tenis, vela y, para sorpresa de todos, también en waterpolo. El verano de aquel 1992, cuando la selección española de waterpolo se jugaba el oro ante el equipo de Italia, se logró todo un hito: la gente dejó de hablar de fútbol para hacerlo de waterpolo y el equipo que lideraba su capitán, Manel Estiarte.
De todo esto, y mucho más, habla '42 Segundos'. Emocionante y trepidante como suelen serlo los filmes protagonizados por deportistas, basado en este caso en hechos muy reales.
Dirigida por Dani de la Orden y Àlex Murrull, '42 Segundos' es un ejercicio de nostalgia y la épica que tienen todas aquellas películas que hablan sobre hitos conseguidos más con el corazón y el esfuerzo que a fuerza de salpicar billetes.
La trama se centra alrededor de sus dos protagonistas: Pedro García Aguado (encarnado por Jaime Lorente) y Manel Estiarte (a quien da vida Álvaro Cervantes), dos jóvenes que arrastran problemas personales y tienen una filosofía diametralmente opuesta a la hora de entender el mundo del deporte, pero que acabaron sumando esfuerzos.
A pocos meses para que tuvieran lugar los Juegos Olímpicos de Barcelona '92, la selección española de waterpolo tenía todas las papeletas para pasar lo que se dice 'sin pena ni gloria'. No estaban preparados y necesitaban un golpe de efecto si no querían hacer el ridículo jugando en casa.
Este revulsivo llegó en forma de un nuevo entrenador con fama de ser muy duro y técnicas de trabajo más que cuestionables: Dragan Matutinovic (interpretado por Tarik Filipovic), que se había ganado a pulso ser considerado como una bestia negra, un técnico muy duro.
Sus métodos extremos –hacía correr al equipo cada día 10 km en pendiente y 10 km de natación acompañadas de exigentes sesiones en el gimnasio- consiguió que el equipo liderado por Manel Estiarte –conocido entonces como el 'Michael Jordan' del agua- llegara a la final para dirimir el oro y la plata.
Aquel intenso partido se jugó el 9 de agosto de 1992 y, prueba de la lucha que mantuvieron los dos equipos, es que se tuvieron que disputar hasta 3 prórrogas hasta que finalmente el oro se decantó por los italianos.
El equipo local no había conseguido el apreciado oro olímpico, pero sí que hizo vibrar a todo el mundo, consiguiendo escribir un gran capítulo en la historia deportiva, a pesar de no ganar, teniendo que conformarse con la plata.
Ahora bien, como si se tratara de un guion cinematográfico, lo que no pudieron conseguir en 1992 sí que lo hicieron cuatro años más tarde, en los JJOO de Atlanta '96.
El film '42 Segundos', o la leyenda de un equipo que hizo historia, se proyectará en el Teatro de Blanes el jueves 19 de enero a las 8 de la noche.
Entradas anticipadas: https://www.teatredelacostabravasud.cat/ca/programacio/c/506--segundos.html.
