Los Mossos d’Esquadra, en colaboración con la Policía Nacional, han detenido en Lloret de Mar a dos hermanos de 24 y 27 años por estafar 2,5 MEUR haciéndose pasar por expertos en inversiones inmobiliarias y potenciales compradores de criptomonedas y artículos de lujo. En concreto, se les atribuyen cinco estafas a través del método conocido como Rip Deal. Una vez habían convencido a las víctimas de su pretendida profesionalidad, intercambian dinero u objetos por billetes que resultaban ser falsos. Los hermanos tenían mucha experiencia en este tipo de estafa, cambiaban de residencia frecuentemente y movían rápidamente el dinero u objetos que conseguían para evitar ser incriminados en caso de ser detenidos.
Los agentes iniciaron una investigación después de detectar un aumento de denuncias de estafas a través de este método en los últimos meses. La investigación llevó a un mismo clan familiar. Los investigadores los localizaron en un domicilio de alquiler en Lloret de Mar.
A través de los mecanismos de coordinación interpolicial, acreditaron una sexta estafa relacionada con la compra de criptomonedas en la ciudad de Valencia y se consolidó un equipo conjunto con Policía Nacional. Durante el dispositivo de localización y detención, los agentes registraron un domicilio en Lloret el pasado 12 de abril.
Los dos hermanos contactaban con las víctimas a través de anuncios, o incluso a través de aplicaciones de mensajería. Principalmente, elegían personas que mostraban interés en cambiar criptomonedas por divisa fuera de los circuitos convencionales, aunque también podían intercambiar joyas, artículos de lujo o dinero en efectivo.
Una vez elegida la mejor opción de negocio, se mostraban interesados en hacer grandes inversiones. Los investigados se hacían pasar por empresarios de éxito y no dudaban en vestir y llevar prendas de ropa cara, objetos de lujo o alojarse en hoteles caros haciéndose cargo de los gastos de las primeras comidas que sirven para hacer los primeros contactos, para impresionar a las víctimas y embaucarles.
Antes de cerrar el trato de compra o inversión, planteaban a las víctimas la posibilidad de hacer un intercambio, ya fuera de moneda en efectivo (billetes de valor facial grande por billetes más pequeños), criptomonedas u otros objetos. Para aumentar la supuesta ganancia en el negocio de las víctimas, también les ofrecían hasta un 20% de comisión por la operación.
El momento clave de la estafa era el intercambio de dinero. Normalmente, los estafadores convocaban una reunión en un reservado de hotel o en un centro de negocios, donde se debía realizar el intercambio del dinero, la criptodivisa o aquello que reclamaban. En algún momento de la reunión, una vez realizado el recuento del dinero en efectivo, es donde se producía el cambio de billetes reales por las fotocopias que acababan recibiendo las víctimas.