El Terracotta Museo recibe una donación de una octogenaria de piezas del ceramista Enric Segú

El pasado miércoles 31 de julio se consumó la donación de una importante colección de una octogésima de piezas del ceramista Enric Segú al Terracotta Museo de la Bisbal d’Empordà. La colección, de alto valor histórico-artístico, se incorpora a la colección del museo obispal enriqueciendo significativamente el número y la calidad del fondo proveniente de Cerámicas Segú.

El acto de firma de la donación tuvo lugar en el Ayuntamiento de La Bisbal, de la mano de Anna Maria Segú Riera y Alfred Cubiñá Segú, hija y nieto respectivamente de Enric Segú i Estrada (Barcelona, 1910 – La Bisbal d’Empordà, 2002), y Òscar Aparicio Pedrosa, alcalde de La Bisbal y presidente del Patronato del Terracotta Museo.

De la colección cabe destacar un conjunto de cuatro paneles cerámicos con representaciones del Empordà, incluyendo una sirena, pescadores recogiendo la red y dos escenas rurales: la vendienta y la siega del arroz de Pals.
También incluye una veintena de jarras, una veintena de platos y piezas diversas como baldosas decoradas y lámparas, todas ellas hechas con diferentes estilos y técnicas.

Esta donación permitirá llevar a cabo estudios más exhaustivos de la obra de Enric Segú y plantea, por primera vez, la posibilidad de producir una exposición monográfica sobre este ceramista.
El Ayuntamiento de La Bisbal d’Empordà y el Terracotta Museo quieren hacer patente su agradecimiento a Anna Maria Segú Riera y a Alfred Cubiñá Segú por la confianza y la generosidad mostrada hacia la principal institución de estudio y difusión de la cerámica de La Bisbal y alrededores.

 

Enric Segú i Estrada, de fotógrafo a maestro artesano

Enric Segú i Estrada, nacido en Barcelona en 1910, fundó Cerámicas Segú y estuvo activo durante la segunda mitad del siglo XX.
Fotógrafo de profesión, Segú se estableció en la comarca tras casarse con una joven de Begur y comenzó su trayectoria en la cerámica de manera autodidacta en el año 1947 en la Playa de Fornells, donde construyó su primer horno de prueba.

En 1950, comenzó a trabajar en la cerámica decorativa de La Bisbal y en 1954 estableció su taller en Sant Climent de Peralta, donde construyó un horno de llama invertida.
Sus piezas se pudieron contemplar en exposiciones colectivas e individuales en diferentes certámenes especializados como el Concurso Nacional de Cántaros y en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid.

También colaboró puntualmente con artistas de renombre, como el pintor norteamericano residente en Palafrugell, Rodolfo Candelaria.
El 12 de junio de 1986 la Generalidad de Cataluña le otorgó el diploma de maestro artesano, junto con otros reconocidos ceramistas de La Bisbal como Xicu Maruny, Pere Salamó y Josep Vilà Clara.