La inauguración del edificio histórico renovado de Ca n’Amat, que forma parte del Museo de Viladecans, es una de las sorpresas de la Fiesta Mayor de Invierno de este año –del 19 al 22 de enero– que bebe de la historia local para mirar hacia el futuro.
Después de tres años de obras de restauración y ampliación hechas por el Ayuntamiento, y una pandemia de por medio, el espacio museístico será inaugurado el viernes, 20 de enero, a las 17.30 h. Estáis convocados (calle de las Sitges, 1-3).
El equipamiento se podrá visitar gratuitamente el sábado 21 y el domingo 22 con los recorridos guiados que se llevarán a cabo cada 30 minutos entre las 10.30 y las 13.30 y de 16.30 a 19.30 horas de los dos días, acompañadas de chocolate y vermut.
Las personas asistentes a las visitas, que serán teatralizadas, conocerán al guía especial que les atenderá y les dará la bienvenida al equipamiento municipal: el mismo Joan Amat i Sala, el hacendado que a mediados del siglo XIX reformó la casa construida en el siglo XVIII, y que en 1854 llegó a ser alcalde de la ciudad.
Los recorridos por Ca n’Amat permitirán conocer cómo ha triplicado la casa su superficie –con planta de sótano para la conservación de las colecciones del Museo, salas de exposiciones temporales y espacios polivalentes para talleres de cocina y actividades didácticas– para acoger un museo moderno que sea un referente para no olvidar la historia de la ciudad y de todo el Delta del Llobregat.
Para las personas asistentes a las visitas habrá un obsequio como recordatorio. Es necesaria la inscripción previa enviando un correo electrónico con el nombre y el número de personas asistentes a museu@viladecans.cat o en el teléfono 937077290.
Ca n’Amat es un testimonio singular del valor de las casas solariegas para las familias adineradas de Viladecans en el pasado. En este caso el inmueble, además de ser el ejemplo de una casa de una familia acomodada –tal como el mobiliario conservado nos indica–, también nos muestra y se conservan diversos elementos del trabajo agrícola de la población, entre los cuales silos, cubas, horno y prensas de aceite, representativos de la agricultura tradicional de Viladecans: los cereales, la viña y el aceite.
La planta noble del edificio conserva las diversas dependencias originales –de mediados y finales del siglo XIX–, como la sala noble, alcobas y común, con el mobiliario correspondiente. Las obras de restauración del edificio también nos han permitido restaurar y recuperar las pinturas murales de la época en diversas estancias de la casa. La variedad de la antigüedad tanto del mobiliario como de la ornamentación es de un gran interés histórico y pedagógico.
A partir de este otoño, en la casa se exhibirán audiovisuales, interactivos, objetos y piezas de las colecciones del Museo, y también se podrá utilizar una aplicación para móviles y tabletas, en la que, a partir de varios personajes, podremos conocer la historia del Viladecans del ochocientos.
