Una veintena de personas ha denunciado los abusos sexuales continuados de un cura en Barcelona y Caldes d’Estrac en las décadas de los 60 y 70, según han adelantado ‘El País’ y ‘Catalunya Ràdio’. El cura denunciado, Josep Vendrell Cortasa, murió en 2004. Las víctimas eran niños que tenían entre 8 y 15 años, y algunas sufrieron violaciones semanales. Las víctimas temen que haya más personas afectadas en Montcada i Reixac, donde también fue rector entre 1975 y 1990. Al menos una quincena de personas ha hecho llegar su relato al Defensor del Pueblo.
En Caldes d’Estrac estuvo entre 1970 y 1975, donde también se encargaba de la agrupación scout, de la escuela parroquial y de la escolanía. Llegó después de ser denunciado en Barcelona por algunas familias a la policía y al obispado cuando trabajaba en la Agrupación Scout Aureli Escarré, vinculado a la parroquia de Sant Tomàs d’Aquino. El resto de familias, sin embargo, dio pleno apoyo al cura.
Y es que, en general, las familias lo respetaban mucho y nadie lo cuestionaba, incluso cuando presumía delante de ellos de conocer los penes de sus hijos, según han explicado las víctimas, que lo describen como “un gran manipulador, un psicópata y muy carismático”. Explicaba a los padres que daba clases de sexualidad a los niños.
