El Ayuntamiento de Barcelona quiere limitar bares, restaurantes y supermercados de autoservicio

12 de enero de 2023 a las 20:08h

El gobierno de Barcelona llevará al próximo pleno una normativa para limitar en el Eixample los bares, restaurantes, discotecas, supermercados que pueden abrir hasta tarde (autoservicio) y otras tiendas con horarios especiales. La idea es permitir un máximo de 20 establecimientos considerados de "alto impacto" para los vecinos en un radio de 100 metros. En las vías ya pacificadas, en proceso de pacificación o que ya tengan un plan de usos, como Sant Antoni y la calle de Girona, el máximo será de cinco establecimientos en un radio de 50 metros y 18 en uno de 100. La teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, defiende que el plan de usos quiere "preservar el comercio local" y "evitar nuevos casos como el de Enric Granados"; una calle, ha indicado, con 70 bares y restaurantes en nueve tramos.

La propuesta del gobierno municipal es un plan especial para regular la implantación de las actividades de pública concurrencia, comercios alimentarios y establecimientos vinculados a la movilidad y el turismo en todo el distrito del Eixample. Los objetivos son "proteger el comercio de proximidad, la vida vecinal y la identidad del Eixample y evitar la especulación y la gentrificación", indican en un comunicado.

En una rueda de prensa, Sanz ha justificado la necesidad de este plan de usos porque la actividad comercial del distrito, sobre todo en aquellas vías donde se quiere ganar espacio público como son las calles pacificadas, esté ordenada y "tenga sentido". "Queremos evitar que más calles se puedan transformar en nuevos enric granados. Estamos a tiempo", ha afirmado la segunda teniente de alcaldía.

El Eixample es el distrito con más establecimientos en planta baja, con un total de 14.000, que equivale a uno de cada cinco de los 64.000 que hay en la ciudad. Uno de cada cuatro locales del distrito son bares o restaurantes, con un total de 3.200 establecimientos. Un 30% de los locales están destinados a las actividades que tienen más impacto en el espacio público y el día a día vecinal como la restauración, discotecas, tiendas de alimentación con degustación o supermercados de pequeñas dimensiones que pueden abrir hasta tarde por la noche, señalan desde el consistorio.

El gobierno municipal aprobó inicialmente el marzo pasado una primera propuesta de plan de usos del Eixample que en los últimos meses se ha trabajado para incorporar cambios a raíz del estudio de las alegaciones recibidas y del proceso participativo y las conversaciones mantenidas con representantes vecinales, comerciantes y otros actores involucrados. El gobierno municipal, con comunes y socialistas, finalmente ha llegado a un acuerdo y ahora esperan que el pleno de este mes apruebe la propuesta.

El documento que se llevará a aprobación definitiva quiere extender el ejemplo de la calle de Girona a las zonas del Eixample pacificadas, en pacificación y que se pacifiquen en el futuro para establecer una regulación que evite el descontrol en la implantación de nuevas actividades y definir condiciones para el resto del distrito. La tercera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha destacado que el objetivo final es evitar un "monocultivo" de actividades vinculadas a la restauración y al turismo.

El plan afecta a todo el Eixample y se definen dos ámbitos, donde se aplicará una regulación diferente con restricciones adaptadas a cada tipo de calle. Así, en las calles ya pacificadas, en pacificación o que se pacifiquen en el futuro, se limitarán este tipo de establecimientos a un máximo de cinco en un radio de 50 meres y a un máximo de 18 establecimientos en un radio de 100, con una distancia lineal de separación de 25 metros por restauración, autoservicios, conveniencia y tiendas de alimentos con degustación.

Esta regulación afectaría a las calles ya pacificadas -Enric Granados, Paseo de Sant Joan, Avenida Mistral, carretera de Ribes, Avenida Gaudí y, dentro del ámbito de Glòries, la calle de Cartagena-; calles en pacificación, como son los de la superilla; Sant Antoni y la calle de Girona, ya con plan de usos, y los que se pacifiquen en el futuro. En el resto del distrito, el máximo de establecimientos de este tipo se situará en 20 en un radio de 100 metros.

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