La quinta edición de la Serenalla Market se ha cerrado con un aumento considerable de público. Más de 20.000 personas han disfrutado de las compras y de las diferentes actividades de este evento pluridisciplinar, que ha tenido lugar durante cuatro días en el Prat Gran de la Massana.
La franja con una afluencia más alta de público se registró la noche del sábado, de 20 h a 2 de la madrugada, con 7.500 personas, muchas de las cuales acudieron atraídas por el concierto del dj Miqui Puig. También fue muy alta la afluencia al concierto de dj Lisa Rose, aunque un poco por debajo de la noche anterior.
El incremento de visitantes se ha traducido en un aumento del número de ventas, tanto en las food trucks como en los stands de artesanía y diseño. Ahora bien, aparte del balance positivo en cuanto a cifras de negocio, todos los participantes han destacado como punto fuerte el buen ambiente que se vive en la Serenalla. Justamente, el tema del evento han sido las conexiones, ya que la filosofía del market es potenciar las relaciones interpersonales y también fomentar el bienestar personal.
Recordemos que este año había unos sesenta stands, un 15% más que en la pasada edición.
“Año tras año hemos ido creciendo a nivel de afluencia, de operadores, de performances y, en general, de toda la oferta. El retorno que tenemos es muy positivo, la gente espera con ganas la Serenalla y la disfruta al máximo. Uno de los puntos que querría precisar es que el 70% de la oferta de la Serenalla es del país y creo que es importante ofrecer un escaparate de calidad a nuestros artistas y artesanos. Además, el público también valora el kilómetro cero”, asegura el consejero de Turismo, Comercio y Dinamización, Josep Maria Garrallà.
Los paradistas de fuera, que han venido por primera vez a la Serenalla, se han mostrado muy sorprendidos por la calidad del mercado y aseguran que en Andorra el público valora mucho el trabajo artesanal. Su intención es poder volver el año que viene, igual que el resto de operadores.
El último día de la Serenalla se cerró con la paella popular, que agotó las raciones, con espectáculos improvisados y también con el mural que la artista Berta Artigal ha estado realizando durante los cuatro días de la Serenalla.