El cónsul mayor de Andorra la Vella, David Astrié, ha sido recibido esta semana en la ciudad portuguesa de Viseu. Es la primera vez que la corporación de la parroquia acude a la localidad, de donde proviene un grupo cada vez más elevado de portugueses residentes en Andorra. Asimismo, los próximos días 17, 18 y 19 de agosto acudirá a las fiestas de Viana do Castelo, ciudad con la que Andorra la Vella tiene una relación muy fluida.
El presidente de la Cámara Municipal de Viseu, Fernando Ruas, ofreció este lunes, 14 de agosto, una recepción oficial al cónsul mayor, que se desplazó hasta la localidad portuguesa para estrechar lazos. La ciudad, que se encuentra en el centro-norte de Portugal, tiene cada vez una relación más estrecha con el Principado y, especialmente, con Andorra la Vella.
Durante la recepción, Ruas destacó que es consciente del importante grupo de portugueses provenientes de Viseu que se trasladan hasta Andorra para establecerse. Todos ellos, resaltó, “gente muy trabajadora y humilde”, agradeciendo así la acogida que estas personas tienen en la parroquia. En este sentido, el cónsul mayor aseguró que la cultura y las tradiciones portuguesas “ya forman parte del patrimonio andorrano”. Asimismo, ambos se mostraron de acuerdo en iniciar un acercamiento cultural y, sobre todo, un posible hermanamiento futuro entre las dos localidades.
Por otro lado, este jueves, viernes y sábado, David Astrié se trasladará hasta Viana do Castelo, capital de la región del Alto Miño. La localidad portuguesa y Andorra la Vella tienen una relación muy estrecha y la corporación ha visitado la ciudad con anterioridad, también coincidiendo con las fiestas de la Romaria de Nossa Senhora d’Agonia.
En Viana do Castelo se prevé que el cónsul mayor se pueda reunir con el presidente de la Cámara Municipal, Luis Nobre. Además, acompañado por el director del grupo de folclore Casa de Portugal de Andorra, Jose Luis Carvalho, podrá saludar a las chicas provenientes del Principado que desfilarán en el Desfile de la Mordomia. Esta tradición cuenta con la participación de más de 600 chicas, provenientes de siete países, que exhiben por las calles de la ciudad los diferentes vestidos tradicionales de la región del Alto Miño.