El pasado 12 de marzo, Abril Fernández, una niña de once años con discapacidades psicológicas y motrices, murió por la aspiración de gases tóxicos debido a un incendio que se originó en una casa de Villa Mercedes (Argentina).
Lo que al principio parecía un incendio fortuito con un resultado fatal, a los Bomberos les hizo dudar, ya que detectaron que se había iniciado en tres focos diferentes. Decidieron hacer un análisis exhaustivo, junto con la policía y detectaron restos de nafta en los tres focos del incendio.
Para acabar de corroborar, los investigadores encontraron un ticket de caja del día anterior, a nombre de la madre de la niña, Sonia Irene Lara, por la compra de dos bidones de nafta. Era evidente que la tragedia había sido intencionada. La policía detuvo a la mujer y la puso a disposición judicial.
LA MADRE ANTE EL JUEZ
Este pasado miércoles se conoció el resultado de la audiencia de formulación de cargos contra Sonia Irene Lara. La mujer permanecerá detenida con prisión domiciliaria durante 4 meses y con una tobillera electrónica para monitorear sus movimientos.
"La imputada está cursando un estado patológico psiquiátrico, lo que no nos permitía asegurarnos de que se pueda estar conservando su seguridad", reconoció el fiscal, Francisco Assat, en referencia al hecho de que la mujer no puede garantizar no ser una amenaza para ella misma o para terceros y terceras. El fiscal también señaló que en el momento en que lo dictasen los psiquiatras, la acusada perdería el privilegio de la prisión domiciliaria.
Lara fue imputada por el fiscal Assat por el cargo de“Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por alevosía”, dado que la mujer se aprovechó de la condición de su hija que era menor de edad, discapacitada y que estaba durmiendo, por lo que no se pudo defender.
Assat señaló que Abril murió por "broncoaspiración", como se determinó en la autopsia, pero además se encontró restos de monóxido de carbono en su sangre.
MOTIVOS DEL ASESINATO
A pesar de que la investigación continúa abierta, se ha filtrado una discusión previa que tuvo Lara con su expareja, por la tenencia de la hija. Desde el personal de Homicidios revelaron que la acusada no quería que el padre tuviera vínculo con Abril.
El viernes previo al homicidio, desde el Juzgado de Familia emitieron una nueva resolución que le otorgaba el derecho al hombre de llevarse a la hija a casa, para que se quedase a dormir una vez por semana, lo que parece que enfureció a Lara.
La familia paterna habría denunciado en reiteradas ocasiones a Sonia Lara por impedir el contacto del padre con su hija. Cuando el juzgado de familia había pedido a los progenitores pruebas psicológicas, la acusada se ausentó.