Tarragona reconoce la labor de entrega en la ciudad de Mossèn Xavier Fort

Esta tarde el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ha presidido un nuevo acto de reconocimiento de personas ilustres de nuestra ciudad . En este sentido hoy ha sido el turno de otorgar el título de Hijo Predilecto de la Ciudad a Mossèn Xavier Fort Subirats. Durante el acto también ha habido unas palabras por parte de la consejera de Cultura, Sandra Ramos, quien ha glosado la trayectoria de Fort y la intervención del cuarteto ‘Quatre Cordes’ en dos ocasiones.

Viñuales ha querido destacar, en su discurso que es una persona “que quizá cree que no necesita honores, ni reconocimientos como estos, pero le podemos decir que seguro muchos tarraconenses y tarraconenses sí lo creemos” y ha remachado “es muy necesario agradecerle la entrega de su labor diaria, un trabajo que hace con el corazón”. El consejero y portavoz de Junts del Ayuntamiento de Tarragona, Jordi Sendra, también ha tenido unas palabras de reconocimiento, ya que fue su grupo quien propuso otorgarle esta distinción. Sendra ha dicho que “este reconocimiento hoy es de justicia, por alguien que lleva muchos años ganándose el cielo”.

Mosén Xavier Fort, muy emocionado, ha agradecido la distinción y ha asegurado que nunca hubiera pensado que se le diera esta distinción . “Es un traje que me va mayor”. Mossèn Fort ha agradecido a la familia, en especial a su hermana, su apoyo, así como a los pescadores. También ha querido rendir un homenaje a “las batas blancas que han hecho que hoy pueda estar”.

Finalmente, al finalizar el acto, frente a la Antigua Audiencia la colla Xiquets del Serrallo ha hecho un pilar en reconocimiento al cura , como presidente honorífico de la entidad.

Una vida dedicada a abrazar

Hace más de treinta años que Mossèn Xavier Fort dejó la sotana por la bata de médico para dar consuelo, esperanza, abrazos y acompañamiento a los enfermos ingresados ​​en el Hospital Joan XXIII.

Este tarraconense de la Part Alta, nacido en la calle Santa Anna el 25 de noviembre de 1937, pasó su infancia en torno a la parroquia de la Trinidad ya los 13 años ingresa en el Seminario de Tarragona. Pasa por varias diócesis y viaja a Filipinas, Brasil o Bélgica haciendo de sacerdote de los emigrantes españoles. A su regreso ejerce de profesor en el Colegio San Pablo de la ciudad ya partir de 1983 se convierte en el párroco de la parroquia del Serrallo y se implica mucho en el barrio.