Después de que el pasado 24 de abril el Consejo Plenario aprobara el Plan Local de Juventud 2028 de la ciudad, esta mañana, el conseller de Juventud del Ayuntamiento de Tarragona, Guillermo García de Castro, ha presentado los retos y actuaciones previstas en el nuevo texto.
Al acto también han asistido el profesor de Sociología de la URV, investigador y colaborador de la Cátedra de Inclusión Social de la URV, Àngel Belzunegui; el doctor en Sociología y profesor lector en el Departamento de Enfermería y Co-Director de la Cátedra de Inclusión Social de la URV, Francesc Valls; y la representante de la Cooperativa La Bastida, Oliveras Mullerat. Los tres han expuesto los resultados del estudio encargado desde la consejería de Juventud del Ayuntamiento de Tarragona denominado “Retratos de la juventud tarraconense”.
Tal y como ha recordado el conseller García de Castro, el Plan Local Tarragona Jove 2028 es el documento que rige las actuaciones en materia de juventud que tendrán lugar en el periodo 2025-2028. “Estamos ante el 7º Plan Local de Juventud por Tarragona y ha procurado fijar medidas y actuaciones concretas”, ha dicho.
Los programas que lo conforman son fruto de un proceso participativo con más de 4.000 personas a lo largo de cuatro años: jóvenes, profesionales que trabajan con jóvenes, entorno cercano y grupos municipales. A raíz de las aportaciones recogidas mediante los diferentes mecanismos se han establecido los retos y metas que regirán este Plan.
“De esta manera, conectamos las necesidades y demandas de las personas jóvenes con las actuaciones previstas en este Plan. Queremos mejorar las condiciones y la calidad de vida de las personas jóvenes con este plan vivo y dinámico, en constante transformación para adaptarse a la realidad cambiante de los y las jóvenes. Hay todo un conjunto de herramientas de participación a disposición de la ciudadanía de manera permanente para escuchar su voz y conectar las posibles dinámicas u opciones de actuación”, ha dicho García de Castro.
El informe, elaborado por la Universidad Rovira i Virgili a petición del Ayuntamiento de Tarragona, recoge las voces de los y las jóvenes y formula recomendaciones concretas para avanzar hacia una ciudad más inclusiva, cohesionada y atenta a sus necesidades y aspiraciones.
“Es un llamamiento a reflexionar sobre las políticas de juventud desde el conocimiento, la evidencia y la proximidad” ha explicado Ángel Belzunegui.
El trabajo llevado a cabo por la URV radiografía las condiciones de vida, las desigualdades y las necesidades de las personas jóvenes de Tarragona, y propone medidas para orientar las políticas municipales de juventud. Lo hace a partir de los datos de una encuesta realizada a más de 1.300 jóvenes tarraconenses y tarraconenses de 15 a 17 años; de cerca de 500 valoraciones de los servicios juveniles y más de 1.700 valoraciones sobre las actividades realizadas en los últimos años. Finalmente el estudio también tiene en cuenta varios encuentros colectivos con jóvenes y con agentes vinculados al mundo juvenil.
El informe constata que las trayectorias de los y las jóvenes en Tarragona están condicionadas por factores como el entorno social, la clase, el género y el origen. El coste de la vivienda y de la vida, los bajos salarios y la inestabilidad laboral dificultan la emancipación, una problemática compartida con las personas jóvenes de todo el país.
El proceso de transición a la vida adulta está marcado por las desigualdades de partida. La ayuda familiar se convierte en clave —tanto en el ámbito económico como en el apoyo emocional— pero esta dependencia retrasa la edad de emancipación y también reproduce desigualdades sociales de origen.
Paralelamente, la heterogeneidad urbana propia de las grandes ciudades se refleja en las percepciones de los y las jóvenes de Tarragona, que basculan entre la identidad de pertenencia al barrio y el deseo de potenciar la vida social y cultural en los barrios, a la vez que reclaman más cohesión entre jóvenes de toda la ciudad.
Las relaciones familiares siguen siendo fundamentales en la vida de los jóvenes, proporcionando apoyo emocional y económico. La figura materna es percibida como un referente emocional, mientras que la paterna a menudo se asocia con disciplina y esfuerzo. Esta visión frecuentemente expresada, denota una transmisión generacional de los estereotipos de género.
Los jóvenes tarraconenses valoran profundamente las amistades basadas en la reciprocidad y el apoyo mutuo. Por otro lado, son conscientes de que las redes sociales adulteran las relaciones que establecen, y que este tipo de contactos son a menudo superficiales y efímeros. También las redes crean un sentimiento permanente de inseguridad entre los jóvenes, ya que incitan a una constante comparación entre ellos. En el estudio también los jóvenes destacan la necesidad de espacios de encuentro reales para fortalecer los vínculos sociales físicos.
El informe refleja una creciente aceptación de la diversidad de género y orientación sexual, aunque denuncian la persistencia de discriminaciones y micromachismos. Por otra parte, la mayoría de jóvenes perciben la política como un ámbito distante y poco representativo de sus necesidades y consideran la política ajena a sus intereses.
Los jóvenes consideran que Tarragona es una ciudad con potencial, pero carente de opciones de ocio asequibles para ellos. Destacan la necesidad de generar espacios de encuentro que no dependan del consumo.
La salud es un ámbito clave: el 19% de las 6.087 consultas registradas en la Oficina Joven de El Tarragonès en 2023 estuvieron relacionadas con este tema. Dentro de la encuesta realizada, 27% de los adolescentes presenta malestar emocional, un 18% baja autoestima, un 16% irritabilidad y un 11% dificultades para aceptar el mismo físico.
El informa también constata la presencia de consumos tempranos: antes de los 15 años, un 60% de adolescentes de la ciudad ha fumado tabaco, un 40% se ha emborrachado y otro 40% ha consumido cannabis. El consumo es más probable entre jóvenes con malestar emocional. En cambio, una mayor autoestima, la participación en actividades sociales o culturales, la práctica deportiva y en determinados casos la religión actúan como factores protectores. El informe recomienda reforzar los espacios de apoyo emocional y desplegar estrategias de prevención adaptadas a la realidad local.
Los espacios juveniles como el Espacio Joven Kesse o la Oficina Joven tienen una valoración media superior a 9 puntos sobre 10, con más de 3.000 personas usuarias anuales. Sin embargo, el estudio demuestra que hay que mejorar su accesibilidad territorial y hacerlos más conocidos entre el conjunto de jóvenes, aproximándolos especialmente a los barrios de Poniente y entre los colectivos menos participativos.
El activismo juvenil gira en torno al ecologismo, el feminismo y la justicia social. Las demandas incluyen más cultura durante todo el año, apoyo a la creación artística, más canales de difusión y menos barreras burocráticas o económicas para participar en la vida pública.
El nuevo plan local llega al finalizar el periodo de vigencia del anterior Plan Local de juventud 2021-2024 se convierte en el marco de referencia en las decisiones y las líneas de trabajo de las políticas municipales de Juventud durante los próximos cuatro años.
Este Plan se enmarca en las políticas estratégicas del Ayuntamiento de Tarragona y en el Plan Nacional de Juventud de Cataluña (PNJCat), actualmente, también en proceso de redefinición.
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