Mónica Sales afirma que el futuro del primer sector también está en juego el 12M

La cabeza de lista de Junts+ Puigdemont per Catalunya en la demarcación de Tarragona, Mònica Sales, ha defendido que “el campesinado catalán constituye un ámbito estratégico no sólo por el potencial de nuestra industria agroalimentaria catalana, sino porque es la garantía de nuestra soberanía alimentaria. Pero el sector se encuentra en unas condiciones cada vez más precarias que amenazan la continuidad de las explotaciones agrarias y ganaderas del país con precios bajo coste, falta de reconocimiento social, exceso de burocracia y la afectación de la sequía que les ha permitido regar. El campesinado no quiere ni vivir de subvenciones ni ser mantenida por nadie. La única cosa a la que aspira es a vivir dignamente. Sencillamente pide menos papeles, más dinero y el reconocimiento que no deberían haber perdido nunca, con un Gobierno que esté a su lado.

Salas, lo ha manifestado tras reunirse con Unió de Pagesos en el marco de la acción. ’10 comarcas, 100 encuentros’ y que otros candidatos se reunieran con la comisión de seguimiento de las obras para el aprovechamiento por parte de la Comunidad de Regantes del pantano de Riudarenes del agua regenerada de la EDAR de Reus. Ha puesto el ejemplo de los campesinos del Baix Camp y ha subrayado que, desde el primer momento, “las obras de la planta regenerar agua de la depuradora de Reus deberían haberse activado por la vía de urgencia porque que cuando esté en marcha buena parte de los productores es muy posible que hayan tenido que arrancar sus avellanos”.

La cabeza de lista de Junts+ ha recordado que “de los últimos 20 años, ERC han estado 17 al frente de las políticas de Agricultura, que han sido un fracaso, mientras que el PSC, haciendo de muleta del Gobierno, no sólo ha tolerado sus políticas, sino que las ha avalado. Además, el Gobierno del PSOE no ha ejecutado ninguna de las grandes inversiones que ha necesitado el campesinado catalán. La desaladora del Tordera que tenía que acabar con la sequía la tenía que pagar el Estado y, finalmente, resulta que es un crédito que tienen que devolver los usuarios. Si nos tenemos que fiar del PSOE, el futuro del campesinado está en peligro”.