El Instituto Municipal de Educación de Tarragona y la Fundación Bofill han firmado un convenio para impulsar el programa
Code Club: una red de espacios extraescolares gratuitos que llega a 4 escuelas de Tarragona donde los
niños descubren, imaginan y se expresan creando sus propios proyectos. La escuela Bonavista, La Floresta, El Miracle y Saavedra son los cuatro centros educativos tarraconenses que ofrecen espacios Code Club, un programa extraescolar de programación y pensamiento computacional.
Este proyecto tiene como objetivo principal fomentar las habilidades digitales del alumnado a través de actividades prácticas y lúdicas que introducen la programación desde niveles iniciales y puede ser una gran oportunidad para los niños, con el fin de fomentar un uso crítico y constructivo de las tecnologías digitales.
Con el objetivo de poner al alcance de los niños más vulnerables oportunidades educativas de base digital, la Fundación Bofill impulsa la iniciativa con la colaboración de los diferentes ayuntamientos catalanes que participan. Son enseñanzas gratuitas en 100 escuelas de 20 localidades diferentes de Cataluña donde los niños descubren, imaginan y se expresan creando sus propios proyectos.
El programa forma parte de una red que a nivel catalán se dirige a 8.280 alumnos de 4º a 6º de primaria y se lleva a cabo en sesiones semanales fuera del horario lectivo, en espacios de las mismas escuelas. Cada grupo de niños seguirá un itinerario de 32 horas de actividad, en el que se combinan dinámicas grupales para desarrollar el pensamiento computacional y el aprendizaje de la programación usando Scratch, un conocido software educativo y libre creado por el MIT. También se incorpora el pensamiento computacional desenchufado (sin pantallas), con el fin de promover espacios de alfabetización digital no mediados por los dispositivos a menudo demasiado presentes en la vida de los niños.
La consellera de Educación, Isabel Mascaró, ha explicado que “por encima de clubes de programación, los Code Club son espacios de descubrimiento, experimentación y colaboración, en los que se potencian habilidades como la resolución de problemas, la creatividad y la autoconfianza. Por eso mismo, es muy positivo para las escuelas de Tarragona ofrecer este tipo de extraescolares”.
Son formaciones lúdicas, donde los niños se sienten acompañados y se les motiva a superar los retos de cada sesión y a compartir aprendizajes y estrategias con el resto de compañeros. Mascaró ha añadido que “esto es esencial para combatir las brechas culturales y de género que existen todavía en el ámbito digital, especialmente en lo que se refiere a la calidad en el uso de las herramientas digitales”.