Esta mañana, una protesta convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ante la Abadía de Montserrat ha derivado en una intensa confrontación con los Mossos d’Esquadra, a raíz de la visita del rey Felipe VI al monasterio. La presencia del monarca en la entrada del Milenario de Montserrat, que coincide con las celebraciones del año de conmemoración de la institución, ha desatado la indignación entre diversos sectores de la sociedad catalana que rechazan el jefe del estado español.
Decenas de manifestantes han llegado a la zona a través de la cremallera de Montserrat, una ruta habitual para los visitantes del monasterio, para mostrar su rechazo a la figura del rey y a su relación con el franquismo. Al salir de la estación, han sido interceptados por agentes de los Mossos d’Esquadra, que han retenido algunos de los participantes. Según fuentes de la ANC, al menos una persona ha sido identificada y varios testigos han hablado de “cargas policiales”. Entre los gritos de protesta se podían escuchar consignas como “¡No nos moveremos” y “¡No nos moveremos” y “¡Movers, policía española!”, con alusiones a la represión de las protestas por parte de las fuerzas de seguridad.
El presidente de la ANC, Lluís Llach, no ha tardado en pronunciarse en contra de la presencia del rey. En declaraciones a los medios en Monistrol de Montserrat, Llach ha acusado a Felipe VI de ser “heredero directo” del franquismo y ha lamentado la “complicidad” de la Abadía al permitir su visita: “Montserrat no se merece acoger a un monarca que simboliza un sistema opresor”, ha afirmado el líder independentista.
Llach ha insistido en que su organización no permitirá que Felipe VI “pasee con normalidad” por tierras catalanas y ha recalcado que el rey, como figura representante del Estado español, fue responsable de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en 2017. “Si España quiere este rey, que se lo quede”, ha añadido con contundencia. La ANC considera que la monarquía española representa un “sistema político corruptor” que se alimenta del odio hacia Cataluña y la represión de sus instituciones.
Durante la protesta, los manifestantes han mostrado también su desacuerdo con el apoyo explícito del Abad de Montserrat a la visita del monarca. Llach ha subrayado que, a pesar del desacuerdo con la postura actual de la Abadía, la importancia simbólica del monasterio para la identidad catalana perdura más allá de cualquier gesto político puntual.
A medida que el día avanza, se prevé que las tensiones continúen en el entorno de la Abadía de Montserrat, donde las fuerzas de seguridad mantendrán un dispositivo de seguridad intensificado para evitar más altercados.
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