Los Mossos detuvieron dos veces, el 10 y 12 de octubre, al mismo hombre de 23 años por sustraer la carga de dos camiones en el área de descanso de la AP-7 en Llinars del Vallès.
En la primera intervención, el joven salió de la autopista hacia las poblaciones de Montmeló y Montornès al detectar la policía. El joven conductor puso en riesgo grave la seguridad de los policías y la del resto de los conductores de la vía, ya que conducía contra dirección, a gran velocidad y realizando cambios bruscos de sentido. Incluso llegó a impactar con una patrulla de los Mossos de tráfico que se encontraba en la BP-5002.
La persecución finalizó en el distrito de Nou Barris de Barcelona. En el interior de la furgoneta los agentes encontraron más de 3.000 colonias que había sustraído de un camión valorado en más de 500.000 euros. Los agentes comprobaron, además, que no tenía en vigor el permiso de conducir, ya que había perdido todos los puntos, y fue detenido. Las policías locales de Montornès y de Granollers también participaron de la intervención policial.
Dos días más tarde, a las cuatro de la madrugada, una patrulla de los Mossos detectó una furgoneta que circulaba a gran velocidad en la AP-7, a su paso por Sant Celoni. Al comprobar que había sido robada días antes en Terrassa, iniciaron un seguimiento para detenerla.
Al verse perseguido, el conductor de la furgoneta huyó a gran velocidad, poniendo en riesgo la vida de los demás conductores de nuevo, habiendo incluso chocado contra una patrulla. Instantes después, entró en la C-17. Cuando se encontraba en el término municipal de Mollet del Vallès saltó de la furgoneta todavía en marcha e intentó huir a pie.
En este caso, el ladrón había robado más de 250 cajas de material cosmético que llevaba un camión estacionado en la misma área de descanso de Llinars. Finalmente, los agentes lo pudieron detener cuando intentaba cruzar la mediana para llegar a un vehículo que lo estaba esperando en el otro sentido de la marcha.