El gobierno de Barcelona prevé potenciar los centros de barrio como equipamientos comunitarios y que algunos de ellos ofrezcan un servicio de bienestar y cuidados. El gobierno de Collboni ha presentado este viernes en el plenario la medida de gobierno, que plantea implementar el modelo, crear un marco que regule los equipamientos y dotarlos de una cartera de servicios esenciales comunes. El Ayuntamiento quiere desplegar el nuevo modelo de centros de barrio en dos años, hasta 2027, y el gasto económico previsto para este periodo suma 17,8 millones de euros entre el presupuesto de inversión para impulsar la transformación, y el gasto anual para el funcionamiento de los centros. Actualmente, Barcelona tiene 44 centros y la idea es que ofrezcan una cartera de servicios esenciales comunes.
Destaca, dentro de esta cartera de servicios esenciales comunes, la creación de un servicio de bienestar y cuidados comunitarios, que se impulsará en ocho de los centros distribuidos en diferentes barrios y distritos de la ciudad: en el Casal de Barrio La Barraca del Carmel, la Lealtad Santsenca de Sants, el Casal de Barrio de Congreso-Indianos, el Casal de Barrio del Maresme, el Casal de Barrio de Torre Baró y de Vallbona, el Casal de Barrio de Cardener, el Casal de Barrio Espacio Putxet y el Casal de Barrio del Raval.
El ejecutivo plantea el servicio de bienestar y cuidados comunitarios como un servicio específico de los centros de barrio que permita referenciarlos como activos “movilizadores, articuladores y promotores del bienestar colectivo, del cuidado y de la lucha contra la soledad no querida”.
La medida de gobierno presentada hoy pretende que los centros evolucionen hacia un modelo en el que hagan de “motor” de la acción comunitaria y quiere potenciar la red de centros. El plan prevé que los centros de barrio desplieguen diferentes ejes de trabajo: desde la vertiente social y de bienestar, con el servicio de bienestar y cuidados comunitarios, y hasta la vertiente de cultura comunitaria para promover la cohesión social a través del arte y la cultura.
Algunos grupos celebran la medida y otros la critican
Según recoge la medida de gobierno, la oportunidad de que los centros de barrio se conviertan en agentes activos y articuladores del despliegue de los servicios de los cuidados y el bienestar comunitario en Barcelona surge de la experiencia de otros proyectos en torno a los cuidados y el bienestar, como el proyecto piloto Vilaveïna.
Junts ha criticado la medida y se ha preguntado “dónde está la novedad” argumentando que los centros de barrio ya hacen de activos comunitarios. BComú ha celebrado la medida, pero con “contención“, ha pedido que se implemente “con diálogo” y ha recordado el cierre de Vilaveïna. En una línea similar, ERC también ha recibido bien la medida para potenciar los vínculos de los centros con el entorno y definir un marco que unifique “conceptualmente” los equipamientos. Con todo, ha criticado que se hayan desmantelado otros espacios que hacían tareas comunitarias y que Vilaveína quedara con los programas “congelados”. El PP ha valorado que es una medida “poco ambiciosa” y que tiene aspectos “mejorables”. Por otro lado, Vox ha cuestionado la actividad y gestión “opaca” de los centros.
Ante las críticas de algunos grupos, el concejal Lluís Rabell ha argumentado que Vilaveïna “queda incorporado” en la red de servicios comunitarios de los centros de barrios “desde una plataforma sólida“.
Una distribución desigual
Los centros de barrio existen en la ciudad de Barcelona desde hace aproximadamente dos décadas. En los últimos años, el crecimiento del número de equipamientos de estas características ha sido notable, hasta llegar a la cifra de los 44 centros de barrio que hay en la ciudad actualmente.
Sin embargo, la distribución en la geografía de la ciudad de los casales es desigual, como reflejo de su origen histórico. Hay distritos con un buen número de centros de barrio, como es el caso de San Martín que tiene un total de 13. En cambio, hay algún otro que tiene menos, o simplemente no tiene ninguno, como ocurre en las Cortes.
También hay mucha diversidad en cuanto a la infraestructura de cada equipamiento. Hay quienes son mucho más grandes que otros y algunos disponen de espacios singulares, como puede ser una cocina, un huerto o un teatro.
La mayoría de estos centros (el 66%) los gestionan entidades o asociaciones del barrio a través del modelo de gestión cívica de equipamientos. El resto (34%) son gestionados por empresas contratadas mediante procedimientos de contratación de servicios.
El ClásicoAnd ha arrancado su tercera edición con una apertura de lujo. El concierto inaugural, protagonizado por la lírica de…
La AP-7 acumula unos 20 kilómetros de retenciones en diferentes tramos este domingo al mediodía en una operación vuelta del…
El Servicio Meteorológico de Cataluña ha ampliado los avisos de estos días por intensidad de lluvia y alarga la situación…
Andorra la Vella ha dado este sábado el pistoletazo de salida a la 10ª edición del Mercat de la Vall,…
El Ayuntamiento de Tàrrega lamenta el fallecimiento de Xavier García López, descriptor y técnico de la Concejalía de Cultura especializada…
La Guardia Civil ha detenido en Barcelona, con la colaboración de los Mossos d'Esquadra, y en Madrid, a dos personas…
Esta web utiliza cookies.