Estafa por Black Friday: Compra un teléfono, y le llega una lata de comida de gato

En épocas como Black Friday, Cyber Monday o Navidad, donde el comercio se dispara y todo el mundo va en busca de adquirir aquellos productos que desea, con un precio rebajado, los estafadores es cuando más facilidades tienen para operar tranquilamente y donde cualquier error por parte de grandes empresas, puede hacer saltar las alarmas.

Reflejo de ello es lo que le ha pasado a un chico (@LosGarciaRM), el cual ha explicado a través de la red social X, la situación que lleva viviendo hace unos días.

Todo comenzó cuando el pasado 15 de noviembre, la plataforma comercial Amazon ya había lanzado interesantes ofertas con motivo del Black Friday. El usuario decidió comprarse un teléfono móvil, pero esta vez, dándose un capricho invirtiendo un poco más de dinero que anteriormente, y aprovechando para adquirir un dispositivo que fuera de calidad. Así pues, optó por un teléfono que estaba rebajado de 1.159 €, a 659 €, y tenía 2.097 valoraciones positivas.

El usuario estuvo revisando desde un primer momento el estado del transporte de su nuevo dispositivo, el cual era enviado desde Italia, y en teoría debía llegar al domicilio del comprador entre el 19 y el 20 de noviembre. Al chico, se le confirmó que al ser un pedido de alto valor, el día que estuviera en reparto su compra, se le requeriría un código en el momento de la entrega para demostrar que era él quien recibía el pedido.

El 19 por la mañana, el transportista llamó al usuario, el cual facilitó el código de recogida y se marchaba hacia el ascensor con su paquete. Al abrirlo, se encontró que en lugar de un teléfono, había una lata de comida de gato. Volvió corriendo a buscar al transportista, pero ya no estaba.

El chico, desesperado llamó al Servicio de Atención de Amazon y le contestaron que todo lo solucionaría, facilitándole un formulario de devolución, donde en 72 horas debería recibir respuesta. Al día siguiente la empresa de mensajería recogió la comida de gato y la entregó en Amazon.

En este momento es cuando, según el chico, comenzó “la odisea”. Llamó más de 20 veces, recibiendo como única respuesta que el trámite de procesar la devolución puede tardar hasta el 21 de diciembre.

Ahora, hace 12 días que ocurrió todo y el chico sigue sin dinero ni teléfono, y manifiesta que solo le dan largas y que nadie lo atiende como considera que debería atenderse a un cliente que ha hecho una inversión de estas características.