Un hombre de 26 años ha fallecido esta pasada tarde del lunes mientras trabajaba realizando obras en un chalé. El joven era un trabajador del sector del metal en una empresa de Camargo, en Cantabria.
La víctima estaba llevando unas barras metálicas y, accidentalmente, hizo contacto con un cable de alta tensión cercano a la vivienda, por lo que recibió una descarga de 55.000 voltios que ocasionó su muerte.
El 112 del Gobierno de Cantabria recibió el aviso por llamada hacia las 16:30 h. Se desplegaron sanitarios, bomberos y la policía para atender los hechos, situados en la población de Guarnizo, que pertenece a Astillero. También acudieron funcionarios de Inspección de Trabajo y operarios de la compañía de la luz. Sin embargo, en llegar los bomberos y los sanitarios del 061 encontraron al joven en el suelo e intentaron reanimarlo, sin éxito.
Las torres eléctricas llevan aisladores, sean cerámicos o de vidrio, pero en el tramo que va de un soporte a otro no cabe protección, teniendo en cuenta la distancia a la que se encuentra.
El alcalde de Astillero, Javier Fernández Soberón, ha dado unas declaraciones sobre el suceso, lamentando la pérdida y enviando su condolencia a la familia y amigos del joven: «ha sido una desgracia que nos ha dejado a todos con el cuerpo helado».
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