Dos agentes de la Guardia Civil fuera de servicio han salvado la vida de un bebé de solo un año que se estaba asfixiando en un restaurante de Teruel.
Los hechos sucedieron el domingo pasado, 14 de enero, cuando estos dos agentes se encontraban comiendo con sus familiares en este establecimiento de la ciudad, cuando observaron cómo entre dos mesas había un grupo de personas con alto grado de nerviosismo.
En este momento, es cuando los agentes se acercan, encuentran a un bebé en los brazos de un hombre con evidentes síntomas externos de asfixia.
Entonces, los guardias se hacen cargo del bebé colocándola sobre el antebrazo en ángulo de 45 grados y boca abajo, golpeándole la parte central de la espalda para ayudarla a expulsar lo que había comido, pero con resultado infructuoso.
Acto seguido, al continuar sin respuesta y en estado inconsciente, optan por el masaje cardiorrespiratorio seguido de la maniobra 'frente-mentón' específica para bebés, y finalmente consiguen que poco después vuelva a respirar y a recuperar la consciencia.
De manera inmediata, se desplaza hasta el lugar personal médico en una UVI móvil, que traslada a la niña hasta el hospital para una explotación más exhaustiva.