Este martes, el sector del taxi en Cataluña protagonizará una nueva jornada de movilizaciones convocada por la entidad Élite Taxi, que incluirá un paro de servicios a partir de las 10 de la mañana. Los taxistas concentrarán sus esfuerzos en la ciudad de Barcelona, con el objetivo de paralizar el centro de la ciudad, desde plaza Tetuán hasta la calle Entença, ocupando la Gran Vía, y extendiéndose hasta el paseo de Gracia. La protesta, que se prevé que finalice a las cuatro de la tarde, busca ejercer presión al Parlament para acelerar la aprobación de la nueva ley del taxi, anunciada por el Govern en verano de 2023.
Según la convocatoria de Élite Taxi, más de 300 piquetes informativos serán desplegados en puntos estratégicos como aeropuertos y estaciones, y se prevé la presencia de motos patrullando las zonas para garantizar que el paro se cumpla. Desde la entidad, además, han especificado que únicamente se mantendrán operativos los servicios de emergencia médica, que se prestarán de manera gratuita. Aun así, la convocatoria ha generado cierta división dentro del sector del taxi.
Ley del taxi: objetivos y tensiones
La razón principal de la protesta es acelerar la tramitación de la nueva ley del taxi, que busca regular más estrictamente las licencias VTC (vehículos de alquiler con conductor) en el área metropolitana de Barcelona. El Govern propuso la eliminación progresiva de unos 600 de los casi 1.000 vehículos de esta categoría que operan actualmente en la ciudad, con la intención de reducir la competencia con los taxis tradicionales y proteger los intereses del sector.
Aunque la ley también permitirá que unas 300 licencias VTC sigan operando temporalmente, las protestas continúan por la percepción de que el sistema de licencias actual perjudica a los taxistas y favorece los intereses de empresas multinacionales. Élite Taxi, liderada por Tito Álvarez, insiste en que se deben reforzar los controles municipales para sancionar las infracciones, así como exigir medidas más estrictas para evitar la proliferación descontrolada de vehículos de alquiler.
División dentro del sector
A pesar de la alta movilización de Élite Taxi, no todas las asociaciones del sector secundarán el paro. Grandes organizaciones como ATC (Agrupación Taxi Companys), STAC (Sindicat del Taxi de Catalunya) y PakTaxi han expresado su oposición a esta jornada de protesta.
Desde el ATC, la convocatoria se considera precipitada y sin consenso previo con las principales organizaciones del sector. Además, alertan que las huelgas y paros previos no han tenido un impacto positivo en las condiciones laborales de los taxistas y han acabado perjudicando la imagen del servicio ante los ciudadanos.
Por su parte, el STAC ha expresado preocupación por el contenido de la ley que se está tramitando, ya que consideran que algunos de sus aspectos, como la introducción de licencias temporales y el aumento de las licencias VTC, pueden tener un efecto negativo sobre el sector. Además, la imposición de la certificación de catalán a un nivel B1 para poder trabajar como taxista es otra de las cuestiones que no agrada a una parte del colectivo
PakTaxi, por su parte, ha asegurado que este paro no beneficiará realmente al sector y que podría generar conflictos innecesarios con los usuarios, afectando aún más la convivencia entre taxistas y clientes.
Futuro del sector: un camino aún por definir
La jornada de movilizaciones se da en un contexto de debate intenso sobre la futura ley del taxi y con tensiones crecientes dentro del sector. Mientras que una parte de los taxistas reclama más medidas para regular el servicio de las VTC y evitar su competencia desmesurada, otros consideran que la ley actual no refleja las necesidades reales del sector y que puede agravar los problemas que ya hace tiempo que arrastra.
Estas diferencias internas pueden complicar la capacidad del sector para hacer frente a futuros cambios legislativos. La continuidad de las movilizaciones dependerá en gran medida de la evolución de la tramitación de la ley en el Parlamento y de si los responsables políticos ceden a las presiones de una parte del sector o bien optan por un modelo más equilibrado.
Con todo, la jornada de paro del martes es solo un episodio más de una larga serie de conflictos que han marcado los últimos años en el sector del taxi, que continúa esperando una regulación más justa y adaptada a las nuevas realidades del transporte urbano en Barcelona.
