Las personas con sordera han pedido a Salud que aplique medidas de accesibilidad al sistema sanitario para compensar la “gran barrera comunicativa” que supone para ellos el mantenimiento del uso obligatorio de la mascarilla en los centros, que impide al colectivo leer los labios del personal.
ACAPPS ha trasladado al departamento su informe de 2022, recordando que en Cataluña viven cerca de 180.000 personas con problemas de audición. El 98% del colectivo se comunica hablando en lengua oral y lee los labios para comunicarse. Entre las medidas que proponen se encuentra la inclusión de forma efectiva y generalizada de medidas como el bucle magnético o las emisoras FM, que hacen que el sonido llegue directamente al audífono o implante.
También se valoran como buenas medidas como las pantallas para avisar del turno de las visitas, que ya han aplicado centros como el Hospital de Sant Pau. Desde ACAPPS (Asociaciones Catalanas de Familias y Personas con Sordera) también se ha insistido a Salud en la necesidad de un diseño integral en el plan de accesibilidad comunicativa a las personas con sordera para que tenga sentido. Por ejemplo, que la atención sea accesible en todas las formas de contacto y se explicite en la ficha del paciente con sordera su modalidad comunicativa.
De esta forma, por ejemplo, se pueden evitar llamadas que el paciente no puede oír y optar por mensajes escritos. Otra situación denunciada es la de Ariadna Cardelús, que tuvo que abandonar las clases de preparto por no poder entender lo que se estaba diciendo. Desde la federación ACAPPS se valora la predisposición del Departamento de Salud en este sentido.
