Las empresas funerarias catalanas acompañaron el año pasado a las familias de 64.614 difuntos, un millar más que el año anterior, lo que se tradujo en una facturación de 216 millones de euros, un 4,7% más que en 2021.
Este incremento se explica, en parte, porque muchas ceremonias que no se pudieron celebrar durante la pandemia se han ido haciendo en los últimos meses.
Después de años de crecimiento, las incineraciones ya representan el 50% del total de los servicios y un 21% de las ceremonias ya son laicas. Del total de servicios, los seguros de decesos financian dos terceras partes.
Durante la presentación del informe anual del sector, Josep Maria Mons, presidente de Asfuncat, ha vuelto a reclamar un IVA reducido como en la mayoría de países de la UE.
